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02/01/2017 - Casa general
El 2 de enero de 1817, Marcelino Champagnat se sentó a la mesa con dos muchachos que respondieron a su invitación a formar una comunidad que viviría a la manera de María y cuya tarea especial era educar a niños y jóvenes.
200 años más tarde, los maristas de todo el mundo dan gracias por la visión y compromiso de Marcelino, por su coraje y su fe, por su amor al Evangelio y por María, su Buena Madre. Que Dios bendiga a nuestros hermanos maristas con todas las gracias que necesitan para continuar la misión que les ha sido encomendada.
Vea su video especial Bi-centenario aquí.
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