Lupeta Carmody - Reino Unido
19/09/1927 - 13/02/2017
En Inglaterra, el año 2017, se ha llevado a otra Hermana Marista a la vida eterna: a la hermana Lupeta Carmody, que había nacido el 19 septiembre de 1927 en una familia de cinco hijas y tres hijos en un pequeño pueblo llamado Glountane, County Kerry, Irlanda. Lupeta siguió los estudios en la escuela primaria del pueblo donde su madre enseñaba. La escuela secundaria la hizo en el colegio de la Presentación de María en Castleisland. Durante esos años miembros de varias Congregaciones religiosas visitaban las escuelas con la esperanza de atraer a potenciales candidatas. Esa vez que lo hicieron la respuesta fue muy positiva ya que después que una Hermana Marista hablara en varias aulas tres candidatas mostraron interés, y entre ellas estaban Elizabeth Carmody y dos candidatas que más tarde tomaron el nombre de Eamon y de Pedro Chanel. Lupeta tomó la decisión de entrar a finales de la escuela secundaria, cuando se sintió inspirada a comprometerse en la vida religiosa y entró en el noviciado de Santa Brígida en Carrick-on-Shannon County Leitrim, el 1 de septiembre de 1945, después de la declaración de Paz, que marcó el final de la Segunda Guerra Mundial.
Después de dos años en el Noviciado de Santa Brígida, Elizabeth Carmody, ahora conocida como Hermana Lupeta, fue asignada a la comunidad de Nympsfield, en Inglaterra, en septiembre de 1947 – y dio un gran paso hacia un país que se estaba recuperando de los estragos de la guerra. En Nympsfield, la Hermana Lupeta enseño durante cinco años en la escuela parroquial y ayudó enormemente en la acogida y asistencia de la Children’s Home.
La Hermana Lupeta era una mujer comprensiva, amable y acogedora. Su ministerio cambió de dirección y se fue formando como encargada de residencias para niños lo cual le dio la posibilidad de asumir la responsabilidad de un grupo de niños en 1962, cuando se fue por tres años a West Byfleet Surrey.
En 1966 la asignaron a Villa Maria donde se acababa de cerrar una escuela, lo cual ofreció la posibilidad de alojar a niños en la residencia. A Lupeta le encantó este trabajo y se quedó en este lugar hasta 1977 cuando le pidieron que se ocupara de la residencia Saint Anthony para jóvenes, en Nympsfield.
Con el cierre de los Hogares para Niños decidido por el Gobierno del país, la Hermana Lupeta tuvo delante otro reto al tener que cambiar otra vez de ministerio. Sin embargo, un corte ‘sabático’ en 1988 le fue providencial y le regaló nueva energía y el desafío de la novedad.
De 1988 a1995 fue responsable de comunidad en Hythe, Swallownest y en Hexham donde en cada caso aportó dicha en la vida de muchos ya que se implicaba en ir a visitar a los enfermos, a los ancianos y a los que vivían solos en las parroquias.
En 1995 a la Hermana Lupeta la destinaron al Retreat Centre en Nympsfield donde aportó mucho en su crecimiento como centro espiritual y actualizó muchas estructuras. Acogió el reto y siguió todo el desarrollo con entusiasmo. Con el pasar de los meses los usuarios empezaron a servirse de las estructuras del centro para conferencias, retiros individuales y en grupo, y para otras funciones.
He aquí lo que escribe una Hermana que ha trabajado codo a codo con ella: La acogida de la Hermana y su hospitalidad no conocían fronteras; era un espíritu libre dándose a los individuos y a los grupos. Creía que era bueno ‘tomar riesgos’ lo cual no siempre funcionaba a la hora de planificar y aunque se sentía derribada en su espíritu, nunca se rindió en sus esfuerzos.
2004-2010 Transcurría la mayoría de su tiempo en comunidad y pasaba pocas horas en la parroquia de Ottery-Saint-Mary, East Devon y Great Barr, Birmingham hasta que en el año 2010 a la Hermana Lupeta la destinaron a Marist Convent en Hythe, donde desarrolló un apostolado mucho menos exigente para ella. Le encantaba arreglar las flores en la capilla y entregarse a otras actividades ligeras que no le pedían dispendiar tantas energías, porque éstas iban disminuyendo hasta que la llevaron a Villa María
Aquí fue feliz de una manera mucho más sencilla lo cual le daba tiempo para rezar, descansar, hablar acompañada siempre por los cuidados cariñosos del personal de la casa de Villa María. Bajaba a misa todos los días y apreciaba el ritmo más suave.
Por muchos años la Hermana Lupeta sufrió de una curvatura de la columna que en sus últimos años de vida le causó mucho malestar y falta de movilidad, dificultades que sufrió con alegría.
La Hermana Lupeta ha vivido la Vida Marista por casi 70 años y se estaba acercando al Jubileo de Plata, el 1 de septiembre. Era una persona sencilla, pero de una profunda fe que alimentaba en una casa religiosa donde se sentía sostenida por sus hermanas de comunidad.
En enero, la salud de la Hermana Lupeta se fue debilitando mucho y el 13 de febrero murió en paz en Villa María, sostenida por los ritos y las oraciones de la Iglesia y el cuidado fraterno de su comunidad y de las enfermeras del centro. El 17 de febrero sus restos mortales fueron recibidos en la capilla de Villa María para la oración de la noche. La Misa de réquiem fue celebrada el 28 por el Padre Copsey de la parroquia local seguida por el entierro en el cementerio de Hawkinge, donde se añadió al buen número de Hermanas ya presentes. Descanse y descansen todas ellas en paz.
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