María es la persona que da el sentido a nuestra vida, 
Ella desea implementar en el mundo de hoy
su manera de vivir el Evangelio.
En todas las cosas, nos esforzamos por pensar como María,
juzgar como María,
sentir y actuar como María.

Si este texto también toca una cuerda de tu corazón, puedes unirte a nosotras.

Convertirse en una Hermana Marista

Requiere varios años de formación. El período de formación es un tiempo importante y privilegiado – un tiempo para discernir la llamada a crecer en la relación con Dios y crecer en la conciencia de la riqueza y la importancia del espíritu y carisma Marista. Lo esencial para el proceso de formación es un acompañamiento regular, continuo discernimiento y oración diaria. 

Es durante el periodo de noviciado de dos años que la joven se inicia formalmente en la vida Marista. Ella deja su trabajo habitual y apostolado, y se compromete a un período de formación humana, espiritual, teológica y Marista. La formación del noviciado puede tener lugar en tu propio país o en otro país con otra muchacha buscando ser marista. Si la novicia es aceptada para la primera profesión, toma los votos de castidad, pobreza y obediencia inicialmente por tres años entrando así a la etapa de profesa temporal.

(Foto: la Hna. Lilibeth Cajes haciendo su profesión perpetua en Davao, Filipinas.)

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