Gracias peregrinas
Los días que la Hna. Teri O’Brien pasó con los peregrinos de Atlanta, Georgia, fueron días de gracias especiales…
«La gente de Coutouvre ofreció una hermosa comida con fotos de nuestros fundadores y un menú en cada lugar. En Le Puy, un caballero con un coche antiguo condujo al obispo Konzen sm y nos guió por carreteras muy estrechas hasta la iglesia de Le Puy. Los habitantes de St Bonnet-le-Troncy sacaron sus coches para llevar a todos los peregrinos hasta la casa de Jean Claude Colin, inaccesible en autobús. Acogieron al grupo con pasteles calientes y café. Las visitas a todos los lugares maristas fueron muy orantes, con misas en todos nuestros lugares especiales.
En todos estos años de acompañar a los peregrinos, Teri ha aprendido a confiar en María como lo hizo Jeanne Marie Chavoin: «Ella les guiará incluso en las cosas pequeñas, si tienen cuidado de no hacer nada sin consultarla. Recurramos siempre a Ella y siempre seremos ayudados. CMJ 15.1»