Fuimos apoyados por una gran cantidad de miembros de la Familia Marista y feligreses que vinieron a compartir nuestra historia y dar gracias con nosotros. Nuestro celebrante, el P. David Kennerley, provincial de los Padres Maristas, trajo una simplicidad y espontaneidad todo-inclusiva a la celebración de la Eucaristía que calentó todos los corazones.

 

Hna Marie Challacombe hizo una reflexión sobre su reciente experiencia en Coutouvre. Esto nos vinculó con ese evento internacional y local, y con las generaciones pasadas de Hermanas Maristas que fielmente transmitieron el espíritu de Jeanne-Marie Chavoin, Marie Jotillon y Jean-Claude y Pierre Colin a lo largo de estos 200 años.

 

Una reunión de convivencia en el salón de la escuela primaria después de la Eucaristía nos dio a todos la oportunidad de ponernos al día e intercambiar noticias. Antes de que todos partiéramos de cada rama de la Familia Marista, nuestras cuatro antiguas escuelas maristas y la parroquia de Santa María recibieron una copia enmarcada de la placa erigida en la iglesia de Coutouvre el 3 de octubre con una explicación de su contenido.