28/05/2023 - Francia

  Escribe Sor Marie-Therese Terra: 

Hace poco, la organización que paga mi pensión de profesora me invitó a participar en un debate sobre "LA MUERTE". Sorprendida en un primer momento por la oferta, me sedujo rápidamente la oportunidad de compartir mis reflexiones sobre este tema crucial con desconocidos de toda condición. Esta propuesta, no iniciada por la Iglesia, me pareció una realidad sinodal.  Así que fui a la brasserie de la 

que me habían hablado, ¡y no me decepcionó! 

 

Éramos seis en la mesa del bar, alrededor de Isabelle, la anfitriona: Gabrielle, 38 años, bailarina que no teme en absoluto a la muerte, pues la ve como la culminación de la vida y de la libertad. Frank, de 80 años, jubilado tras una ajetreada carrera, siente aprensión por el sufrimiento que a menudo hay que pasar antes de morir. También comenta los funerales en los que se elogia al difunto... Micheline, mayor de 80 años, serena. Marion, 28 años, auxiliar de cuidados que se enfrentó al final de la vida de sus pacientes sin estar preparada para ello, y que desde entonces ha seguido cursos de formación y está contenta de trabajar en cuidados paliativos. 

En cuanto a mí, dije ¡qué familiarizada estaba con la celebración de funerales! Todos se interesaron al oírme explicar que para nosotras, las monjas, se trata de celebrar y ofrecer a Dios la vida de nuestra hermana. Nunca es triste.

 

A través de este intercambio, nos sentimos muy cerca unas de otras y nos fuimos con la esperanza de volver a encontrarnos.

84 visitas

Archivo de videos

Nuestras imágenes