28/02/2021 - Brasil

¡Buenos días a toda la comunidad Marista!

Me llamo Silvia Guerra, tengo 23 años y vivo en Madrid. Hoy estoy aquí para hablaros de la mejor experiencia que he vivido hasta ahora, y del mayor golpe de realidad que me ha dado el Señor.

Hace 1 año decidí vivir una experiencia misionera con la congregación de las Hermanas Maristas de Brasil. Durante el tiempo que pasé con ellas muchas personas me preguntaron por qué había dejado mi casa y a mi familia para estar allí, y la respuesta era fácil: quería descubrir mi vocación, así que lo dejé todo por seguir a Dios y Él me condujo hasta esta comunidad.  

Me acogieron desde el primer minuto como a una más de la familia, y no dejaron de acompañarme hasta que finalizó la experiencia 6 meses después. Compartí con ellas su día a día, y he de decir que la labor que hacen, tanto con los más pequeños como con las personas en situación de calle, me pareció maravillosa. Reconozco que no era lo suficientemente consciente de las dificultades de vivir en un país como Brasil, pero abrir los ojos me ayudó a implicarme más, a querer hacer más por cambiar esa situación de pobreza. Por ese motivo al volver a España decidí que era hora de dejar la comodidad y actuar, salir a la calle e involucrarme en los problemas a los que nos tenemos que enfrentar como sociedad.

En resumen, después de vivir esta experiencia no solo encontré un camino a seguir, sino que conocí mucho mejor al Señor a través de los ojos de los que más sufren. Doy gracias cada día por haber vivido esta misión, y rezo cada noche para que sean más manos las que se unan a la lucha.

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