Hermanas fallecidas

Ludgardis Van Stappen - Francia
21/09/1921 - 28/04/2020

Querida Ludgardis:

El 22 de diciembre de 2019, nuestras dos comunidades se unieron para celebrar la Navidad. Cuando hablamos de tu próximo centenario y el de Geneviève, ¡tus ojos se iluminaron! Por supuesto, sentiste un final más cercano... ¡Nosotros también!

¡Así que al menos nos hubiera gustado celebrar juntas el día de tu ‘A-Dios’! Pero una vez más, te sometiste a las exigencias de la situación: ¡el confinamiento!

Tu comunidad te rodea sola, pero nuestra comunidad de Lyon está presente, unida en la oración y el afecto. Tu foto refleja la sonrisa penetrante que nos marcó a cada una de nosotras.

Damos gracias por la vida que nos has dado. Naciste el 21 de septiembre de 1921, fuiste bautizada el 23 de septiembre, un signo del fervor de tus padres. Tenías a dos hermanos. Pensamos especialmente en tu hermano en el EHPAD, ¡el que caminó tres veces hasta Santiago de Compostela! ¡Tu sobrina se ve impedida de venir debido al cierre de las fronteras!

Es a los treinta años cuando entras en las Hermanas Maristas en Saint Prix. Merecería la pena contar cómo era tu vida hasta esa fecha, especialmente el difícil período de la Segunda Guerra Mundial. A veces decías que todas las pruebas o dificultades encontradas durante tu vida religiosa no eran nada comparadas con lo que habías soportado... Y eso fue una fortaleza para ti a lo largo de los años.

Así fue tu camino como Hermana Marista:

Después de un tiempo de servicio interno en Saint Leu y luego en Saint Prix, fuiste enviada a Brasschaat como maestra de costura.

Cuando el noviciado fue transferido a Ste Foy les Lyon, te nombraron segunda maestra de novicias. Las novicias pudieron beneficiarse de tus talentos y tu amable presencia a tu lado.

Luego tu conexión con Alemania y tu conocimiento de la lengua te llevó a tu nombramiento en Tünsdorf como superiora de esta nueva comunidad.

De vuelta a Massabielle, después de dos años fuiste enviada a Trier en Alemania para un período de formación para adquirir las habilidades como asistente de enfermería.

Fue entonces cuando se te nombró para Bellerive. De 1970 a 1986.

Pero con la obligación de considerar nuestra retirada de Brasschaat, fui yo quien te pedí, en 1986, que volvieras allí. Tu conocimiento de la lengua flamenca era precioso e indispensable. Fue un sacrificio verte partir, tanto para ti como para las Hermanas de Bellerive. Pero nunca transmitiste o incluso expresaste tu deseo personal. Lo que se te pidió fue para ti la voluntad del Señor vivida a través de la voz de las superioras.

Cuando se cerró Brasschaat, volviste a Bellerive para la alegría de todas. A pesar de tus muchos años, tú seguiste prestando los muchos servicios allí, siempre con calma y serenidad. Fuiste nombrada superiora. ¡Qué grandeza de alma mostraste siempre.  ¡Gracias de nuevo a ti!

En el año 2000 viste un nuevo cierre, el de Bellerive. Te uniste a la comunidad de la Rue Sala donde te quedaste sólo un año. Se te envió a Gerland hasta el cierre en 2009. De nuevo a la Rue Sala por otro año.

De ahí es de donde te uniste a Bon Repos. Tu entrada en el EHPAD fue un paso importante. Estos 10 años habrán marcado a toda la gente con la que has vivido. Discreta, preocupada por los demás sin quejarse nunca. Siempre una sonrisa que dice más que las palabras... tú que sabías varios idiomas, ¡conocías aún más el lenguaje de la caridad!

Aunque hable todas las lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo estruendoso.      (1Cor 13, 1)

Que tu ejemplo, querida Ludgardis, sea una guía para cada una de nosotras por el camino donde seguimos los pasos de la Virgen María. Como ella en Caná, queremos estar atentas a los demás, especialmente en este tiempo de confinamiento.

Marie-Thérèse Terra

30 de abril de º2020

Hermanas fallecidas

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